Érase un hombre a un smartphone pegado
que pulsaba su sensor capacitivo,
érase un obseso compulsivo
del copiar y compartir seleccionado.
Érase, a unos datos conectado,
un cordón umbilical interactivo;
un ente de las redes muy activo,
érase un ser social virtualizado.
Era más popular que muchos cientos,
era un pulsador recalcitrante
de caritas de emoción y sentimientos.
Sus cifras de amigos ni te cuento,
su ranking de twitteo impresionante,
su vida real un puro
cuento.
Nota:
Este soneto me lo pasa mi colega y profesor Jesús Marcial que me viene genial para este blog.
Al mismo tiempo os invito a visitar la interesante página de este autor:
UNA IMAGEN Y MIL PALABRAS
¡FELIZ SEMANA!
PRECIOSO SONETO !!!!!
ResponderEliminarUn soneto satírico y genial.
ResponderEliminarUn abrazo
Un soneto magnífico.
ResponderEliminarFeliz semana.
Un abrazo.
A este un día se limpiara con el Smartphone, en lugar del papel higiénico..je.je.
ResponderEliminarUn abrazo..
Muy cierto pero digiste que es una enfermedad grave difícil de erradicar
ResponderEliminarSaludos
Muy cierto pero digiste que es una enfermedad grave difícil de erradicar
ResponderEliminarSaludos
JAJAJA con el soneto...aquí ni huele ni suena...jajaja
ResponderEliminarGracias por tu comentario también esta bien...¿me quieres?
saludos
Es cierto...estamos demasiado tiempo comunicándonos virtualmente y perdemos la frescura de la comunicación personal.
ResponderEliminarEs cierto...estamos demasiado tiempo comunicándonos virtualmente y perdemos la frescura de la comunicación personal.
ResponderEliminarSaludos para todos los que comentaron.
ResponderEliminar¡Feliz domingo!