Llegó septiembre. Pasó el verano, o al menos las vacaciones veraniegas.
La mayoría del personal regresó a la rutina, al trabajo, a la oficina...
Muchas actividades se pudieron realizar en el lugar elegido para el descanso estival:
correr, jugar, bailar, saltar, beber, nadar, pasear, conducir, remar, descansar....
De todas estas actividades, me quedo con una bastante extendida : leer.
En cualquier lugar podíamos encontrar a esa persona anónima que llevaba su librito de verano.
En la playa, en la piscina, en el tren, en la estación de autobús, en el bar, en el avión, en la terraza junto al mar.
Es posible que también hayas leído algún libro este verano, o quizás fueron varios los libritos devorados.
Mi último libro: Intemperie (de Jesús Carrasco)
Un niño huye de un pasado violento para sumergirse en una naturaleza que
se muestra hostil y dura. El protagonista se junta con un cabrero con el que
comparte esa sufrida huída y donde se percibe esa lucha continua por la supervivencia. La localización imprecisa de los paisajes rurales
donde ocurre la intriga te deja con la
duda de un lugar concreto, pudiendo situarse esta historia en algún rincón castellano,
manchego, extremeño …
El estilo literario
es bueno, muy rico en léxico que te hace estar pendiente del diccionario para
entender algunos términos, lo que permite ampliar vocabulario.
¿Cuál fue el último libro que has leído?