Este nuevo post se escribe utilizando las
palabras sacadas de los comentarios publicados en la última entrada del blog,
del día 1 de diciembre.
genial , guapetón , hablo, luces, deudas, besetes, consumo, placer, recuerdos, celebración, aprender, pobre, añoranza.
Llegan fechas
señaladas donde las familias se sientan para cenar en la misma mesa. Lo que
debería ser un gran placer hay veces que se transforma en discusiones
acaloradas.
Todo es ficitio y
lo que se supone que es una reunión para el recuerdo de buenos momentos cambia
bruscamente tras rememorar las deudas
pendientes.
Hablo pero no me
escuchas. Así es difícil entablar conversación. En la mesa no hay comunicación
y cada uno manda el dichoso “wasap” a otro que no está en la mesa.
-¡Guapetón! ¿qué
tal estás? Yo aquí aguantando la estúpida cena familiar.
Nunca aprendemos y
volvemos a tropezar con la misma piedra. El postre. El aburrido brindis. La
despedida.
Siento añoranza por
las viejas celebraciones donde toda la familia se reunía haciendo un círculo alrededor
de la lumbre y se escuchaban los entrañables villancicos cantados con el acompañamiento de las palmadas, del almirez, la botella de anis y la zambomba.
Los tiempos
cambiaron, entramos en la sociedad de consumo donde al lado del centro comercial puedes encontrar al pobre de siempre, envuelto entre viejas mantas, tumbado en la sucia acera.
Sigo paseando por
la bulliciosa ciudad, sin rumbo fijo, entre calles apestadas de gente y con las
luces de colores por todos los rincones, aunque sigo sin ver la luz al final
del túnel.
Regreso para casa.
A pesar de todo
espero que lo pases ¡Genial!
Gracias por tus
comentarios.
Besetes.