Pinceladas amarillas dan color a la ruta machadiana.
Alegres girasoles me saludan desde los campos de Gómara.
Cielo azul, nubes blancas, hojas verdes, crines amarillas.
El tiempo pasa muy rápido, me traslado de la montaña a la playa.
Los niños siguen con sus juegos en la orilla embarrada,
excavando los agujeros que se llenan con el agua salada.
Es hora de hacer la maleta; con las faldas, con las bragas,
con pantalones de colores, con las blusas floreadas.
¡Niño no te olvides de tus cosas!
el cubito playero , el rastrillo amarillo y la palita naranja.