Día especial con cambio de hora incluido y pasando la tarde en el teatro.
Todas las noches de un día es la confesión ante la policía
de Samuel (Carmelo Gómez), una confesión sobre la huida de Silvia (Ana Torrent)
cuyo paradero sigue siendo una incógnita. El espacio simbólico donde transcurre
todo es un viejo invernadero, ese lugar en el que Samuel se dedica en silencio
a cuidar de las plantas y a seguir manteniendo vivo el diálogo con la mujer que
amó. El combate entre lo real y lo fantasmal, entre el presente y los
recuerdos, nos proponen una reflexión sobre hasta qué punto el sitio de
nuestros refugios no es también el infierno de nuestras biografías devastadas.