Paseando por el pueblo vi un poema en la pared
que me hizo recordar los malos tiempos de los viejos.
Estos que hoy llaman "los viejos"
son los niños que nacieron
cuando corrían malos tiempos.
Para reflexionar, Manuel, en cuanto surja la queja de estos tiempos... y sin embargo eran mejores tiempos, había un tejido social que hoy ya no existe.
ResponderEliminarAbrazo.
Reflexivo comentario.
EliminarSe han perdido las relaciones sociales.
Hoy cada uno va a lo suyo.
Manuel, tal como están las cosas, no vamos a llegar ha saber cuales tiempo fueron los mejores, si los de antes, o, los de ahora.
ResponderEliminarUn abrazo!
Todo depende.
EliminarAntes unas cosas buenas, hoy otras.
No es la mejor palabra para llamar a una persona de edad, aunque si lo pensamos bien hasta en la mejor sociedad hay viejos, ancianos, abuelos, carcamales, etc, etc, lo importante es el respeto que se les tenga.
ResponderEliminarBuena aportación compañero.
EliminarLo importante es el respeto, que hoy en día brilla por su ausencia.
Pues no sé yo si en ese periodo de años que le llaman "malos tiempos" fueron tan malos (yo los viví bien y tengo buenos recuerdos ) y si los comparamos con los de ahora en lo único que hemos mejorado es en las comodidades de las nuevas tecnologías. Creo sinceramente que hay demasiadas cosas que están mucho peor que antes pero que las hemos aceptado aunque no nos agraden y vivimos sin darles importancia. Veremos cómo llaman a esta época dentro de 50 años.Saludos cordiales
ResponderEliminarSe ha mejorado en el aspecto tecnológico, empeorando en otras cosas como bien dices.
EliminarSaludos.
Y tan malos tiempos. Si ahora nos quejamos de la crisis que hay, del paro y demás, que es muy cierto y es evidente que ahí está. Esto no es nada, para lo que pasaron otras generaciones, como nuestros padres y abuelos.
ResponderEliminarSalud.
Hoy nos quejamos de toooo.
EliminarHola Manuel.. Pare ellos fueron tiempos malos, o quizás fueron tiempos mas felices de los que algunos viven hoy en día, que todo lo enmascaramos con "flors i violas" ..
ResponderEliminarUn abrazo.. !Ah! y felicidades por el Europeo de balonmano..
Gracias amigo.
EliminarEn esto de escribir y en jugar, lo importante es participar.
Unos viejos que se esforzaron en criar con cariño y esmero a los que hoy les llaman viejos. Un abrazote
ResponderEliminarViejos esforzados con cariño.
EliminarUnas personas que no lo tuvieron nada fácil. Mis respetos y admiración por todas ellas.
ResponderEliminarUn abrazo
Lo mismo digo. Mi admiración hacia los abuelos.
EliminarPersonas admirables que salieron a flote, criaron a sus hijos, comían más sano y se acostaban por las noches con la conciencia tranquila.
ResponderEliminarY por supuesto no conocieron el puñetero estrés.
Qué tal todo profe?
¡Hola!
EliminarSeguimos al pie del cañón entre copos de nieve.
Saludos.
Doy fe. De pocos torreznos y muchas collejas y "gachas viudas", de pantalones del padre remendados y con la pernera cortada. De frío con la sola solución del brasero de "cisco", sabañones y "cabrillas". De pelotas de trapo y de canicas del cristal con que se cerraban las gaseosas.
ResponderEliminarMe cogió de lleno la posguerra, (nací en el 36), y no tengo por menos que felicitar al autor del poema en la pared.
No es en absoluto comparable con la época actual. Entonces es "que no había" ahora de cualquier manera se puede subsistir.
Perdón por la batallita.
Saludos.
Estupenda aportación Don Juan L. Trujillo, habló la voz de la experiencia.
EliminarSaludos.
Sin duda, se merecen toda la admiración.
ResponderEliminarFueron todo un ejemplo.
Un abrazo.
Admirable comentario.
EliminarUn abrazo
Tambien había tardes muy buenas con nuestros padres alrededor del brasero, merendando higos secos, castañas y mandarinas. El padre contaba cuentos que se inventaba y reinaba mucha felicidad.
ResponderEliminarNo teníamos teléfonos móviles (ni falta que nos hacía) ni siquiera teníamos radio, pero si muchas risas. Íbamos en zapatillas, teníamos poca ropa, pero...todos éramos más felices que lo niños de ahora que tienen tantas cosas, casi todas, superfluas. He dicho...Y puedo mucho más.
Un abrazo.
Hoy en día demasiadas cosas materiales pero pocos valores.
Eliminar"Era tan pobre que solo tenía dinero"
Malos tiempo.
😍😍😍
ResponderEliminar¡Hola Paloma!
EliminarBuen finde.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEsto es un extracto de las "Memorias de mi madre"... (como curiosidad y testimonio al hilo de la entrada.) Mi madre tiene 94 años y, aún lúcida, podría contar muchas más anécdotas y costumbres de aquellos difíciles años ("Los años secos")
ResponderEliminar----------------------------------------------------------
"... Esto se hacía en los años secos.
Se vivía con mucha estrechez. No había más
ingresos que las patatas y algún saquito de trigo.
Las mujeres vendían los huevos para comprar aceite y
alpargatas y con un cerdo y alguna oveja o carnero
pasaban el año. Cuando esto se acababa, uvas o
nueces. Venían de la "Liébana" a vender nueces y se
cambiaban por fréjoles. Los vestidos que nos
compraban nos valían 3 ó 4 años, pero nos parecían
tan buenos y bonitos que apenas los poníamos, sólo
los llevábamos a misa u oficios. Al acabar enseguida
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a quitárnosles para que no se mancharan. Pero ¡qué
contentos estábamos!. Estrenar un vestido era un
acontecimiento..."
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNo sé que pasa, hay veces que te salen los comentarios por duplicado y alguna vez no salió el comentario que pusiste.
EliminarEn cuanto al comentario de hoy, es verdad que eran años de penurias y se valoraban más los artículos de primera necesidad.
Suele ocurrir cuando lo hago desde el móvil...
Eliminarcosas de meigas (que haberlas hailas -y tambén binarias-)
Suele ocurrir cuando lo hago desde el móvil...
Eliminarcosas de meigas (que haberlas hailas -y tambén binarias-)
Bueno, bueno, este post seguro no esperaba recibir tantas y tan buenas aportaciones de sus fieles seguidores. Me gustó todo en su conjunto, mucho. Será que tenemos la edad en que todos los que tienen la misma que nosotros nos parecen que están más mayores y peor conservados... Son los años, la perspectiva, el sentido común. Hace años enseñé a una señora de más 50 años a leer (me parecía muy mayor entonces y es la edad que casi tengo yo hoy), y fue todo una experiencia. Esta mujer, hoy superados los 80, aún dice "ese niño es más malo que un rajón", expresión que me explicaba, es decir, que no había cosa peor tener en tu único pantalón o falda un roto, un siete, como decía ella. Ahí lo dejo. Un saludo desde Andalucía.
ResponderEliminarBonito detalle el que tuviste enseñando a leer.
EliminarNunca es tarde si la dicha es buena.
Buena semana.