domingo, 31 de mayo de 2015

Presentación.

Nacimiento de un nuevo blog.

Érase un hombre a un móvil pegado, o quizás una mujer, qué más da.
Érase un móvil superlativo, de tentáculos infinitos, que impactaba en los oídos.
Érase un instrumento omnipresente e indecente que me dejaba aturdido.
¿No te has parado a pensar todas las cosas que te pierdes por no separar tu mirada del dichoso celular?
Ya me olvidé de observar, disfrutar de lo que me rodea y saludar a los demás. Solo tengo mi mente ocupada para ver otro wasap.

¿Cómo llamamos a esto?

 Modernidad o enfermedad.

Aquí puedes opinar.

6 comentarios:

  1. Manuel!!! has dado en la tecla!!! Justo!!!! Cuando estamos como en la foto... vaya enfermedad!!!! A seguir este nuevo blog!!! saludosss

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  2. Está claro que es una enfermedad moderna. Como explicó alguien hace poco, si un fumador se levanta por la noche a fumar, tiene una adicción. Si una persona se levanta por la noche a mirar el móvil, ¿cómo le consideramos?

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  3. Gracias a los dos primeros comentaristas de este nuevo blog.
    Saludos para Mariela y para Álvaro Lamela.

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  4. Celebro el alumbramiento de esta criatura y le deseo toda suerte de venturas. Y admiro el valor de su padre, pues no se enfrenta a un molino de viento si no a un auténtico gigante: Una fortísima adición a cuya dependencia nos entregamos libremente vendiendo (no ya sin cobrar, si no hasta pagando) nuestra propia esencia y la de nuestros amigos y familiares. ¡Quién nos lo iba a decir!
    Muchas gracias por la reseña a mi blog y por tu amistad.
    Un fuerte abrazo, amigo.

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  5. Celebro el alumbramiento de esta criatura y le deseo toda suerte de venturas. Y admiro el valor de su padre, pues no se enfrenta a un molino de viento si no a un auténtico gigante: Una fortísima adición a cuya dependencia nos entregamos libremente vendiendo (no ya sin cobrar, si no hasta pagando) nuestra propia esencia y la de nuestros amigos y familiares. ¡Quién nos lo iba a decir!
    Muchas gracias por la reseña a mi blog y por tu amistad.
    Un fuerte abrazo, amigo.

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    Respuestas
    1. Gracias a ti, por llegar, por dejar el aire fresco que mueva a ese enorme molino de viento. Solo me queda recibir el escudo y la lanza de mi amigo Alonso Quijano para combatir a ese auténtico gigante.

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