Por la serranía de Cuenca

Todavía no había amanecido y ya estábamos de camino.

Cogimos el bus para llegar hasta el punto de partida programado.

Los más avezados iniciaron la ruta entre los pinos congelados,
con la compañía de la niebla madrugadora.

Poca gente conoce estos parajes. Estuvimos en la serranía de Cuenca, que es la zona de España más rica en fenómenos kársticos. Como ejemplo seguro que a todos os suena las Torcas de Cuenca, o las Torcas de los Palancares, las Hoces del Jucar o las del Huecar. 

Iniciamos el recorrido desde el pequeño pueblo de Carrascosa, al norte de la provincia de Cuenca, casi en el linde con la provincia de Guadalajara. Describiendo un gran arco la Hoz Somera, surcada por las limpias aguas del Arroyo del Barranco, va a encontrarse hacia el sur con la Hoz de Tragavivos, un poco antes del tranquilo lugar conocido como Santa Cristina, donde existe un pequeño poblado y una central eléctrica activada por las aguas del río Guadiela. Quizás lo más destacable de esta escondida hoz es su luminosidad ya que, aunque es estrecha en sus zonas bajas, en las altas es abierta y amplia, formándose grandes escaleras y repisas. Todo ello favorece la existencia de un variado y frondoso bosque de ribera, al permitir penetrar la luz del sol hasta lo más recóndito del barranco.
 

Desde lo más alto,

árboles colgados

en difícil equilibrio

nos observan

durante el recorrido.





FUENTES DE LAS LOSAS

Con troncos partidos regados por el agua fresca.

 



 

 Otra última mirada para disfrutar del bello paisaje.

Me mojo la cara.

Final del viaje.