Recuerdo la novela de Miguel Delibes: Cinco horas con Mario
y tras la experiencia en el día de ayer,
en la Feria del Libro de Madrid,
dejo esta entrada con un nuevo titular:
Cuatro horas con Carlos.
Al inicio, en la primera hora hasta las seis y media, la gente llegaba con cuentagotas pero según avanzaba la tarde el número de visitantes iba in crescendo.
Gente de todo tipo se acercaba a la caseta 301.
Grupos de estudiantes, familias con sus hijos, chicas solitarias, parejas enamoradas...
Un chico de pelo largo se acercó sonriendo, iba con su novio cogido de la mano, disfrutando del paseo por el Retiro, sin fijarse mucho en los libros.
Una señora mayor se aproximó para hacer una pregunta sobre un autor, a lo que Carlos respondió con prontitud tras consultar en su ordenador.
Y así... se pasaba la tarde.
En un momento dado salí del módulo reducido para estirar un poco las piernas. Visité fugazmente las casetas cercanas y allí también estaba firmando un tal Pedro Almodóvar.
Nos dieron las nueve y media, hora de echar el cierre y bajar la persiana.
Bonita experiencia en compañía de Carlos Rodríguez Canales (Editor Jefe en Vivelibro) del cual aprendí un montón en todo lo referente a la gestión de una caseta de la Feria del Libro y gran conocer del mundo literario, sabiendo asesorar a los lectores cuando venían a preguntar.
Las casetas chaparon. Cada mochuelo a su olivo.
Yo este año no he ido pues no puedo ir sola y mi hijo estaba en un viaje de trabajo.
ResponderEliminarMe alegro que lo pasarais bien.
Un abrazo
Parece que fue una tarde amable, espero que la disfrutaras. Un abrazo
ResponderEliminarToda una experiencia.
ResponderEliminarSaludos.
Pasaste un día muy agradable.Saludos
ResponderEliminarBien empleadas las cuatro horas, Manuel, te felicito.
ResponderEliminarFeliz verano. Saludos.
Saludos para todas las personas que comentaron.
ResponderEliminar¡Feliz julio para todos!