Comienza un nuevo mes, hoy es dos del tres salgo de casa temprano y el termómetro marca cuatro grados. Antes de comenzar la clase, leo un cartel que indica; La vida es un viaje en tren. donde todos somos viajeros que acabamos bajándonos en la estación de destino.
Llega el mediodía, regreso a casa andando aprovechando que hace un buen día que te invita al paseo. Subo la empinada rampa azulada y doy un rodeo. Pasa un tren que se acerca al andén.
Atravieso el puente para pasar al barrio que hay en frente. Los cables eléctricos se pierden a lo lejos fundiéndose con el cielo. Los árboles desnudos se quedan impasibles y permanecen alineados esperando que pase el ferrocarril de las tres.
Llega el nuevo atardecer. El sol se oculta tras las montañas. Yo también subo al tren. Cojo un viejo patinete y me subo en el vagón solitario. El destino.... ni lo sé.
Aqui 18 grados..la primavera va llegando
ResponderEliminarNo queda nada.
EliminarTodo llega.
Amigo Manuel,yo conoci esa epoca ,y puedo decirte que fueron muy malos tiempos
ResponderEliminarHabrá que superarlos.
EliminarEl tren reanuda la marcha.
Querido Manuel...hoy me deja un poco preocupada tu relato en ese tren que tiene como algo que me deja pensativa ...
ResponderEliminargracias por tu cariñoso comentario ...me da alegría tu amistad
un abrazo
Tranquila.
EliminarEl tren sigue su recorrido.
Buen fin de semana.
Efectivamente, la vida es como un viaje en tren, que no sabe una en la estación que se bajará, o si llegará al final del trayecto, igual depende mucho del maquinista. Por cierto siempre me han gustado mucho los trenes y las estaciones, y de hecho dónde voy procuro verlas.
ResponderEliminarSalud.
A mí también me gusta visitar las estaciones de los trenes.
EliminarSi puedes visita museo de ferrocarril donde se pueden ver locomotoras antiguas.
Acá llegaremos a 28 grados y por la mañana estábamos a 11....uf! y la semana que entra ya andaremos en los 30'tas!!! Por algo digo que vivo en la antesala del infierno....
ResponderEliminarSaludos =)))
Haga frío o haga calor, nunca llueve a gusto de todos.
Eliminar¡Feliz finde!
Manuel me encantó esta entrada, la casualidad del, 2-3-4-una casualidad que puede ser unica, 2-3 todos los años pero el 4 seguro que no
ResponderEliminar¿Preguntar es ofender? no ¿verdad?, si es asi, dime por favor ¿por que si te envie un correo, nunca tuve respuesta?, ¿hice algo que estas incomodo conmigo?
Espero noticias
Besicos
No he recibido correo.
EliminarYo te mandé mensaje (maryjesus56) el 23 de enero pero no he recibido respuesta. Debe haber algún error en las direcciones.
Espero que esta vez llegue.
Así es. La vida es como un viaje entren.
ResponderEliminarPor cierto que siempre me gustó viajar en tren.
Un abrazo.
Los viajes en tren siempre fueron entrañables. Aquellos trayectos interminables que duraban varias horas hasta que llegabas al destino y veías gente variopinta por los vagones.
EliminarUn viaje con destino imprevisto.
ResponderEliminarEso sí al final dentro del tren no queda nadie.
Saludos.
En destino el tren queda vacío. No queda ni Dios. Saludos.
EliminarMe encanta viajar en tren y contemplar el paisaje variado al igual que la vida, si he de llegar al final del trayecto que sea acompañada.
ResponderEliminarSaluditos.
Viajar, contemplar, llegar al final.
Eliminar¡Feliz semana!
A mi también me gusta mucho viajar en tren. Un abrazo.
ResponderEliminarA mi también me gusta mucho viajar en tren. Un abrazo.
ResponderEliminarDisfruta del viaje.
EliminarUn abrazo.
Vivo muy cerca del museo del Ferrocarril, lo he visitado varias veces y hace tiempo que los fines de semana de principios de mes, lo han convertido en un zoco, lleno de puestos de mercadillo. ¿Qué crimen!, al menos a mi me lo parece.
ResponderEliminarAquellas locomotoras de vapor eran preciosas.
Un abrazo y espero llegar al final del trayecto con la conciencia tranquila.
Yo también lo visité en alguna ocasión con la visita escolar.
EliminarBonita conclusión: llegar al destino con la conciencia tranquila.
Un abrazo.