Otro lunes más,
si no me equivoco
el último lunes
de este invierno que se va,
como se fueron las hojas
de los árboles del bulevar,
como se perdieron
los olores de leña quemada
en el atardecer.
Paseo entre calles estrechas
con chimeneas ahumadas.
Unas tienen cara blanca,
otras van enladrilladas.
Unas con tejas abiertas,
otras que miran montañas.
Unas con formas coquetas,
otras más redondeadas.
Unas, discursos de humo
otras, mudas y calladas.
Dedos al cielo,
ResponderEliminarcaminos del humo:
veneno que huelo,
negro sí, yo lo asumo,
pero anhelo,
al fin, del vuelo.
El fuego y el humo dan mucho que hablar.
Eliminar"Fuego sin humo puede haber, pero humo sin fuego no puede ser"
La cultura és el único camino a seguir,para no caer en las manos de tantos oportunistas
ResponderEliminarSaludos
Pues sí.
EliminarOportuno comentario.
Saludos
¡Hola Manuel!!!
ResponderEliminarNos dejas una bonita entrada, con fotos y deliciosos versos.
Me ha encantado pasar por aquí y ver tu bello post.
Ha sido un inmenso placer.
Te dejo mi estima y gratitud.
Un abrazo y feliz fin de semana.
Quise decir, ten una feliz semana.
ResponderEliminarQuise decir, ten una feliz semana.
ResponderEliminarEntendido.
EliminarFeliz semana para ti también.
Bonitas imágenes . Muy grato leerte.
ResponderEliminarUn abrazo
Muy grato recibir tu comentario.
ResponderEliminarUn abrazo
Manuel es l ultimo lunes de invierno pero como la vida vuela sin darte cuenta empieza el primero otra vez para encender la chimenea ademas de servir para muchas cosas, en un rincon magico
Eliminarun abrazo y si lo permites te sigo
Muchas gracias por tu amable comentario y por el seguimiento.
EliminarHola Manuel, nos dejas una hermosas fotos con un cielo azul espectacular.
ResponderEliminarUn grande abrazo.
Cielo azulado, entre antenas, montañas y chimeneas.
EliminarMuy original. Un poema gráfico.
ResponderEliminarMuy original. Un poema gráfico.
ResponderEliminarGracias dos veces por tu doble comentario.
EliminarMe gustan las chimeneas de las casas, en cada lugar tienen su personalidad, y veo que son inspiradoras poéticas..
ResponderEliminarUn saludo..
En esta ocasión las chimeneas hablaron con vómitos de humo.
EliminarUn poema muy melancólico.
ResponderEliminarLas fotos lo acompañan con coquetería.
Saludos.
Un poco de poesía, con una pizca de melancolía.
EliminarSaludos
Y por estos lados el olor a leña quemada esta por volver.
ResponderEliminarSaludos
Siempre es agradable percibir el aroma de la leña que arde en la chimenea del pueblo.
EliminarQué alegría!!! A ver si se fuera ya y no volviera más. Un abrazo.
ResponderEliminarQué alegría!!! A ver si se fuera ya y no volviera más. Un abrazo.
ResponderEliminarPues sí.
EliminarUn cálido abrazo.
Un abrazo Manuel
ResponderEliminarÍDEM MERCEDES.
EliminarHola amigo...muy bonitas las chimeneas ...blancas ...negras o marrones ,,,ellas tienen su vista desde lejos...que ahora casi no hay.
ResponderEliminarabrazos
Podemos encontrar chimeneas variadas, con colores y formas diferentes y además no todas se comportan igual, unas están que echan humo, otras son más tímidas, más calladas y se quedan apagadas.
EliminarHermosas imágenes!!! me remontas a mi infancia en una ciudad que se llama Alta Gracia!!! Cariñosssssssssss
ResponderEliminarDe pequeños nos gustaba colocarnos alrededor de la lumbre en la casa del pueblo. Los tiempos han cambiado y hoy en día es difícil contemplar esa llama chispeante... eso solo queda en nuestros viejos recuerdos.
EliminarMuy bonitas las chimeneas y todo lo que ellas esconden, al amor de la leña se cuecen hermosas historias y otras sencillamente dejan escapar el humo procedente de ese puchero que alimentará a la familia.
ResponderEliminarSaludos Manuel .
Puri
Bonitas historias se contaban alrededor de ese fuego. Todavía recuerdo como la abuela hacía el cocido en ese puchero de barro, como bien has mencionado.
EliminarEran otros tiempos. Llegó el microondas, la rapidez, el estrés.... y se terminó aquel entrañable cocinar a fuego lento.
Habrá que adaptarse a los tiempos modernos.
Un abrazo Puri.